La tercera Copa del Mundo de los Springboks encarna el triunfo de un equipo que representa por fin la incierta diversidad racial y social de Sudáfrica.
Inglaterra y Sudáfrica buscan el título mundial en Japón, en una final que apunta a ser un choque ajustado entre dos rivales muy potentes en sus estilos.
¿Puede un equipo de pocos ensayos y escasa creatividad en ataque ser finalista de la Copa del Mundo? El equipo de Gatland fía sus opciones a la defensa y la presión.
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