El rugby regresa este fin de semana al templo inglés, Twickenham, y nada menos que frente al viejo enemigo galés. Eddie Jones aún tiene muchas cosas que decidir para acabar de cincelar a su nueva Inglaterra, después de arrancarle al menos un par de páginas a su cuaderno táctico en la parte final de 2018. Con la Copa del Mundo asomando ya en el horizonte, merece la pena echar un vistazo a las áreas en las que Jones y su equipo técnico habrán de tomar decisiones durante los partidos preparatorios de las próximas semanas.

La turbulenta campaña en el 6 Naciones de 2018 y la posterior gira por Sudáfrica dieron paso a un progresivo reequilibrio del equipo hacia una versión más dinámica, lo que llevó a Dan Cole, Danny Care y Chris Robshaw al ostracismo, en busca de un bloque más explosivo.

El papel protagonista adquirido en este tiempo por jugadores como Kyle Sinckler, Manu Tuilagi, Jamie George, Henry Slade y Elliot Daly, sumado al abandono de la idea de jugar con un segunda como flanker cerrado, ha alterado el aspecto de Inglaterra de manera significativa. Ese nuevo equilibrio se ha demostrado muy positivo, pero también precario como un avioncito de papel: un doble equivocado y la escuadra de la Rosa puede entrar en barrena, lejos de los objetivos marcados.

Camino de la Copa del Mundo en Japón, esa preocupante fragilidad se entremezcla con las expectativas generadas por la corta derrota frente a los All Blacks y algunas victorias convincentes en el 6 Naciones. Jones y su equipo llegan a este punto con muchas preguntas abiertas y algunas dudas por resolver.

En el último corte antes de los amistosos de preparación que arrancan esta semana se han quedado fuera algunos nombres notables: el medio de melé de Saracens, Ben Spencer; Ben Te’o, centro que hoy por hoy está sin equipo; y Mike Brown, el zaguero de Harlequins, por nombrar solo algunos. Lógicamente, Eddie Jones ha advertido de que los excluidos pueden tener otra oportunidad y deben estar preparados. También es justo asumir que algunos de los retenidos en esta previa al partido con Gales deberán, si quieren ganarse un hueco en la lista final para Japón, convencer a los seleccionadores de que su nombre debe ser el primero cuando lleguen, como suele ser inevitable, las lesiones.

Willi Heinz, uno de los candidatos al nueve suplente.

LA PARADOJA DEL NUEVE

Después de ser uno de los pilares de Inglaterra no hace mucho y de prender a menudo la chispa de los reputados finalizadores de Eddie Jones, Danny Care ha pasado en el último año y pico de ser el segundo medio de melé con más caps de la historia de Inglaterra (suma 84… contra las 87 de su titular, Ben Youngs), a ver la Copa del Mundo de Japón por televisión en su casa. Si es que la ve siquiera.

Richard Wigglesworth y Dan Robson -tras una temporada complicada por las lesiones- parecen haber quedado fuera de la foto para la RWC. Así que serán Ben Spencer y el capitán de Gloucester, Willi Heinz, quienes se jueguen el puesto de recambio de Youngs.

Ben Youngs sigue siendo indiscutible para Eddie Jones y sus dos relevos posibles, Ben Spencer y Willi Heinz, tienen escasa o ninguna experiencia internacional con Inglaterra

Es difícil encontrar debilidades de mayor calado en el juego de ambos: tanto Spencer como Heinz exhiben un más que aceptable equilibrio entre su capacidad de gestión de las operaciones a través del juego con el pie y una salida rápida y fiable de la pelota cuando hace falta subir el ritmo.

Sin embargo, por un lado Willi Heinz aún tiene que debutar siquiera con Inglaterra; mientras que Spencer no ha jugado más de 20 minutos seguidos en un test match desde que se estrenó hace tres años con la selección.

El empeño de Eddie Jones en no otorgarle minutos a Dan Robson, de Wasps, en el 6 Naciones, en momentos en que los partidos ya estaban ganados o se necesitaba un cambio de ritmo, deja muchas dudas acerca del proceso de toma de decisiones del entrenador en lo que se refiere al puesto. Tal vez su mayor error al frente de Inglaterra hasta la fecha.

Mientras Youngs ha construido una fiable pareja a lo largo de siete años jugando juntos con el apertura Owen Farrell, y con su relevo, George Ford, Heinz no ha pasado de completar unos pocos entrenamientos con sus nuevos socios. Spencer, por su parte, sí ha acumulado tiempo de juego conjunto con Farrell en su club, Saracens, pero los pocos minutos que ha tenido con Inglaterra ha coincidido sobre todo con Ford, reserva para el 10… Este panorama provoca una comprensible preocupación a la hora de juzgar cómo llega Inglaterra a la antesala del Mundial en lo que se refiere a su bisagra.

Durante los cuatro partidos de preparación que va a jugar el equipo de la Rosa, Eddie Jones deberá resolver cuánto usar sea a Spencer, sea a Heinz… al mismo tiempo que le da a Ben Youngs los minutos necesarios para su puesta a punto cara a Japón. Veremos cómo despliega a sus piezas el técnico durante las próximas semanas… y de qué modo afecta eso a la fiabilidad del avión de papel antes mencionado.

Jamie George se ha quedado con el sitio de Hartley.

EL DOLOR DE CABEZA DE LOS TALONADORES

El problema con el puesto de talonador es muy similar al del medio de melé, así que no nos detendremos demasiado. Problemas de rodilla han frenado las esperanzas de Dylan Hartley de convertirse en miembro del exclusivo club de los centuriones en test matches: el hasta no hace mucho capitán de Inglaterra suma 97 internacionalidades, pero ve difícil alcanzar el centenar en Japón. Y, a la espalda de sus ausencias, ha sido otro Saracen, Jamie George, quien ha hecho valer su candidatura como recambio. En realidad, lo hizo mucho antes de la lesión de Hartley. La carrera internacional de George es, hasta ahora, casi inmaculada… y su presencia tiene mucho que ver con el dinamismo ganado por el equipo inglés en el campo.

Sin embargo, por detrás de George solo Luke Cowan-Dickie, de Exeter, exhibe alguna presencia internacional. El también Saracen Jack Singleton y Tom Dunn, de Bath, no han debutado todavía… aunque han tenido actuaciones convincentes con Inglaterra XV frente a los Barbarians. Y además, para peor, hay muchas dudas acerca de la fiabilidad tanto de Cowan-Dickie como de Dunn en el lanzamiento de las touches.

Como ocurre con el nueve, Jones tendrá que pensar mucho cómo reparte los minutos en estas semanas entre los posibles candidatos -Cowan-Dickie, Singleton y Dunn-, sin perjudicar la puesta a punto de George.

Billy Vunipola no tiene un recambio natural en el 8.

EL RELEVO DE BILLY

Como ya ocurriera con el recientemente reaparecido Manu Tuilagi, el 8 de Saracens y de Inglaterra, Billy Vunipola, apenas ha podido jugar estos dos últimos años, debido a las lesiones. Fracturas en los dos antebrazos, diversos problemas en el tren inferior y un hombro dislocado han privado de su empuje, de manera frecuente, tanto a la selección como a su club.

Pero, mientras en Saracens sus largas ausencias han sido gestionadas de forma muy convincente, Inglaterra ha quedado a menudo expuesta sin Vunipola y se ha acentuado la excesiva dependencia de su número 8. Nathan Hughes, Sam Simmonds, Zach Mercer e incluso el ex capitán Robshaw han pasado por el puesto durante los últimos tiempos, para acabar fuera de la escuadra que prepara la Copa del Mundo. Un carrusel que deja a Billy Vunipola como el único especialista en el cierre de la melé, con el relevo previsto del flanker cerrado Mark Wilson.

El peligro de usar más de la cuenta en estos partidos preparatorios a Billy Vunipola y Mark Wilson reside en posibles lesiones que provocarían un agujero considerable a Inglaterra para Japón

Ahora, con Vunipola ya recuperado y cumpliendo un programa para rebajar sus 130 kgs. de peso, Eddie Jones está obligado bien a probar a otros jugadores en el puesto, o cargar de minutos a sus dos primeras opciones justo antes de la Copa del Mundo.

Brad Shields parecía la alternativa más factible para cumplir ese papel de recambio: capaz de jugar como número 6, su posición preferida, pero también de cubrir necesidades como segunda línea u octavo, una lesión en el pie lo ha dejado fuera. Escenario que abre una rendija para el Harlequins Alex Dombrandt, que cubre las mismas posiciones que Shields; o para Lewis Ludlam, de los Northampton Saints. Ambos pueden disputarse un asiento de última hora en el avión a Japón.

En cualquier caso, la cuestión reside en el peligro de cargar con 80 minutos de juego a Wilson y Billy Vunipola en estos partidos preparatorios, lo que sería tanto como llamar a una lesión justo antes de la RWC. Así que lo más probable será que veamos las habilidades que Dombrandt ha espolvoreado durante la pasada temporada en The Stoop; o el rugby arrojado y áspero que mostró Ludlam durante la última Premiership en Franklin Gardens. Si ninguno de ellos acaba de convencer a Eddie Jones, Inglaterra viajará al torneo nipón con dos flankers cerrados como recambio de emergencia para un jugador que, como B Vunipola, tiene tendencia a perderse partidos.

Cokanasiga parte como suplente pero es un arma apetecible para Eddie Jones.

LA TENTACIÓN DE ‘BIG JOE’

Si un asunto dejó claro Eddie Jones durante los dos primeros años de su periodo al frente de Inglaterra fue su deseo de aumentar el tamaño y peso medios de su línea de tres cuartos. Antes de la gira por Argentina de 2017 dijo: “Necesitamos más volumen en los backs, estoy convencido de ello”.

En estos últimos meses, Jones ha podido contar por fin con Ben Te’o y Manu Tuilagi, ambos en forma, para ocupar los centros; y con el que fue el hombre del momento en Inglaterra, Joe Cokanasiga, un ala con un tamaño disuasorio. Con ellos, el técnico parece haber logrado su objetivo en la línea.

Sin embargo, y salvo que Henry Slade y Jonathan Joseph caigan lesionados, es poco probable que Eddie Jones junte en el medio campo a Tuilagi y Te’o. Y Cokanasiga no pasa de ser ahora mismo el cuarto ala en la jerarquía de la Rosa, por detrás de Jonny May, Anthony Watson y Jack Nowell, éste último en plena fase de recuperación de la lesión de tobillo que sufrió en la final de la Premiership en junio, y que lo llevó al quirófano.

Cokanasiga cumple el perfil de tres cuartos de tamaño extra que Eddie Jones quería darle a su línea, pero habrá que ver qué uso hace de él en esta fase de preparación para Japón: Jonny May es intocable en su lado, pero Jack Nowell regresa de una lesión en el tobillo que lo llevó al quirófano

Esto deja a Jones con solo uno de sus tres gigantes en el XV inicial, lo que podría cambiar si a Inglaterra le cuesta alcanzar su mejor versión de juego y ritmo en la Copa del Mundo. En ese caso, Cokanasiga parece el mejor colocado para abrirse un hueco en el equipo de partida. Juntar a Tuilagi y Te’o supondría abocar a Inglaterra a un rugby demasiado unidimensional… y Jones ya ha mostrado su preferencia por usar en el 12 a un hombre con mayor capacidad creativa, como Farrell y Slade.

Si algún interés pueden tener a este respecto los partidos de las próximas semanas contra Gales (con la que se enfrentará en dos ocasiones), Irlanda e Italia, es el uso que le dará Jones a su gigante fiyiano de 21 años en el ala. Por lo general, Inglaterra ha optado por mezclar en los costados a dos hombres de características algo diferentes: uno más potente y otro más rápido. Y Elliott Daly en el fondo, como número 15. Dada la capacidad anotadora mostrada por May, eso deja a Nowell más expuesto a un posible recambio, si el técnico opta por un ala más grande.

May y Watson, mientras tanto, se disputarían el otro ala… si es que de verdad hay disputa teniendo en cuenta los números del jugador de Leicester Tigers: 14 ensayos en los últimos 15 tests de Inglaterra.

Ali Stokes es uno de los analistas habituales de The Rugby Magazine y escribe también para Rugby World.

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