
Con cinco mundiales a sus espaldas y a las puertas del sexto (tres de XV y otros tantos de Seven), Bárbara Plà es uno de los grandes referentes del oval femenino al sur de los Pirineos. Una larga conversación con H, más allá de la inminente cita de San Francisco, nos muestra el presente y los retos de esta catalana afincada en Euskadi, madre desde hace unos meses, capitana de las Leonas del Seven y espejo en el que se miran muchas jóvenes españolas.
«Tengo 35 años, pero mantengo la inquietud cada vez que se da una lista para un compromiso internacional. Me gusta sentirme una líder en el campo, pero lo de la capitanía procuro llevarlo como algo natural. Pedro de Matías me lo propuso y, apoyándome en otras veteranas, lo llevo con naturalidad», explica Bárbara.
Si bien en la modalidad de XV sus condiciones como apertura y especialmente zaguero la han convertido en un fijo para la Selección Española, ahora anda centrada en el Seven: «La gente debería abrir más la mente, y los clubes incentivarlo. El Seven no es sólo playa y cerveza en postemporada. Pero la gente es reacia a los cambios. No se trata de imponer nada, pero al menos que se le dé la oportunidad».

La selección femenina de Seven, en su recepción previa al Mundial con la presidenta del CSD, María José Rienda.
¿Se imaginan a España siendo sede en las Series Mundiales? La vía podría estar más cerca de lo que muchos piensan: «Se busca sol y espectáculo. Una mandataria de World Rugby me habló de Ibiza, pero haría falta implicación de sponsors, Federación y que vaya gente. ¿Valencia? Se está trabajando bien».
La inminente cita de San Francisco, con el partido inaugural ante Fiyi, es la gran preocupación: «Ponernos el cuarto puesto de Moscú como objetivo sería demasiado exigente. Aquello fue un hito y aunque en el Seven puede pasar de todo en 14 minutos debemos centrarnos en superar a Fiyi, que es Core Team y encima ha terminado bien la temporada. Es un rival duro, pero se nos da bien. También a Australia -(a la que España derrotó en el último Mundial)- le tenemos el punto cogido, aunque sea favorita».
Mucho ha mejorado España en los últimos 12 meses: «El proyecto es mejor, hay más experiencia en las jóvenes y Pedro De Matías se ha adaptado muy rápido. Es clave en nuestra mejora». Sobre el formato, a muerte súbita, Bárbara no titubea: «Me gusta, el otro es más justo, pero para eso ya tenemos las World Series. Éste es más emocionante y obliga a hacer un torneo perfecto».
«Llegué a dejar la selección porque no me gustaba cómo se estaban haciendo las cosas, pero Yunque me convenció para volver y estoy muy identificada con este proyecto: quiero llegar a Tokio 2020»
Apenada por la retirada de María Ribera, de la que espera «que la Federación sepa ser capaz de mantenerla vinculada al proyecto», Plà no quiere colgar las botas: «Ahora es cuando mejor me encuentro después de la grave lesión de rodilla (previa a los Juegos de Río), además me siento muy identificada con el proyecto. Mi intención es llegar a Tokio 2020».
Pero el camino no fue fácil para Bárbara. «Llegué a dejar la Selección Española hace unos años, pero Yunque me convenció para volver. No me gustaba cómo se estaban haciendo las cosas (eran tiempos de Cancho) y habían sacado de la selección a mi hermana Júlia y a Cape, que eran personas fundamentales. A Yunque y a Alberto (Socías) también les quitaron poder y no me parecía lo correcto».
Volvió, y con más fuerza. Tanta que no quiere dejarlo, pese a que fue madre hace unos meses. Y eso la hace diferente. «Todo influye cuando tomas una decisión, la vida familiar, tener casi 35 años, haber cotizado apenas dos, el alto nivel se va acabando… es muy duro estar fuera, saber que tienes a tu pareja (que fue la que quedó embarazada) criando sola a un bebé. Pedro me ayudó a estar en los primeros días, fue sensible con ello, pero es difícil. No quiero perderme eso y así evitar que mi hija me considere una extraña».
Conciliación y cotización. Dos palabras que hacen temblar a cualquier deportista, especialmente en el plano femenino. La cosa está cambiando: «Hace dos semanas nos explicaron que el 1% de las ganancias de la LaLiga (fútbol profesional) irá a pagar la Seguridad Social de los deportistas de alto nivel. Ojalá lo hubiese tenido hace una década. De hecho, me habría encantado ser madre mucho antes, pero era imposible. Mi pareja se está planteando venirse a Madrid el próximo año, pero conllevaría pedir una excedencia y eso repercutiría en los ingresos familiares». Ni siquiera la capitana de las Leonas, capaz de evadir la defensa más cerrada de las Black Ferns, puede escapar de estos problemas del día a día.
«Se están haciendo cosas, estamos mucho mejor que antes, pero se puede hacer más, me encantaría que los cambios fueran más relevantes». Bárbara defiende la gestión de Alfonso Feijoo: «Fue un gesto valiente poner su cargo a disposición de la asamblea, le honra. Se equivocó en su momento, pero todos somos humanos».
«El cambio del rugby femenino en España ha sido brutal, pero aún queda: no se nos valora igual… Si un chico llega de un Mundial siendo cuarto se le recibiría de forma distinta a como nos recibieron a nosotras»
Plà reivindica el Seven: «Llegas a las Series Mundiales y Japón viaja con 10 personas en el staff, las grandes potencias con 5-7 miembros y nosotros con apenas tres. Hacen falta más sponsors». Y luego está la manida guerra de sexos, en la que la experimentada capitana de las Leonas reivindica lo que entiende que es justo: «Cada vez es menos la distancia, pero aún queda. No se nos valora igual. Si un chico llega siendo cuarto después de un Mundial se le habría recibido de forma distinta a cuando nosotras vinimos de Moscú o como cuando fuimos cuartas en Kitakyushu».
Apenas quedan horas para que se suba al avión, rumbo a San Francisco, pero la referencia a la creciente Liga Iberdrola es parada obligada: «El cambio del rugby femenino en España ha sido brutal. Hay más tirón, más partidos, están las Series Nacionales de Seven a final de año, e incluso se está planteando hacer una Liga Europea -(algo similar a la Heineken Champions League masculina)-. Tenemos más gente jugando y en las gradas. Y conseguirlo, sin mirar si el rugby lo practican hombres o mujeres, es realmente importante».
Palabra de capitana, palabra de Bárbara Plà, una líder natural en la leonera.