Si eres aficionado al rugby, o si lo practicas, o en general si tienes algún interés en este deporte, seguro que te llama la atención la posibilidad de hacer una visita al lugar en el que todo empezó: la ciudad de Rugby, en la región de Warwickshire, en el centro de Inglaterra.

Para los miles de visitantes que cada año llegan a la ciudad desde todas las partes del mundo, ésta es una experiencia enriquecedora. Para los más ardientes seguidores y entusiastas del deporte oval, Rugby supone un lugar de peregrinaje obligado, uno de esos destinos que hay que tachar cuanto antes de la lista de pendientes.

Así que, si tienes pensado hacerlo o si necesitas ayuda para decidirte, te dejamos cinco lugares imperdibles en Rugby… de la mano de nuestro guía local, Karl Quinney.

Y la primera parada, por supuesto, tiene que ser Rugby School, el punto exacto en el que todo empezó.Black and white line drawing od a rugby match in front of the building of Rugby School.

Durante siglos, la historia de Rugby y del Rugby School han estado inextricablemente unidas. Basta con pasear por las calles de nuestra ciudad; o entre los edificios del colegio, mezclándose con los alumnos y profesores que van de un lado para otro en sus cotidianas tareas académicas, y enseguida uno siente la energía, el ambiente, la vibración que emana de estos históricos parajes.

Pronto te sientes arrastrado en una corriente que te empuja a indagar en los orígenes de este deporte, los lugares en los que arrancó su larga historia y las circunstancias en que lo hizo, y en la singularidad de las conexiones que el juego del rugby establece con la ciudad a la que le debe el nombre.

El deporte que hoy juegan y aman millones de personas en todo el mundo nació en el Rugby School en el año 1823. De acuerdo a la leyenda fue aquí, durante un partido de fútbol en The Close, cuando uno de sus alumnos, William Webb Ellis, rompió con la tradición y con «a fine disregard of the rules», tomó la pelota con las manos y corrió con ella… dando lugar así al deporte del rugby football.

[Nota: Aunque hay muchas teorías alternativas a esta versión].

Para cualquier amante del rugby, la sola visión de The Close y del mismísimo terreno de juego en el que se jugó al rugby por primera vez constituye, sin duda, un punto de interés ineludible. Aquí conviene preparar la cámara porque, con un poco de suerte, no será raro encontrarse con un partido o una sesión de preparación en marcha. Muchos equipos llegan hasta este lugar desde todo el Reino Unido, e incluso desde fuera del país, para entrenarse sobre el césped, con el incomparable marco de Butterfield’s Chapel al fondo.

School 1

Si aun así al visitante le apetece tener una visión más aproximada de este lugar, es posible inscribirse en alguno de los tours de Rugby School que están disponibles, y visitar sus impresionantes edificios, el museo y, por supuesto, el sagrado césped que vio nacer el juego del rugby. De la mano de un experto guía, esta visita compone una magnífica experiencia de 90 minutos que merece la pena no perderse.

También se puede acceder al encantador museo del colegio, que recoge una rica exposición de artefactos e información sobre Rugby School. Y entrar en lo que fue la casa del entrenador, donde uno se hace idea de la vida colegial del siglo XVIII, a la vista de los sombreros de copa, el taburete para los azotes y la vara. Como es de esperar, los recuerdos deportivos están muy presentes en todo el conjunto: antiquísimos balones de rugby, un carro de los muertos original, que se usaba para arrastrar a los jugadores lesionados, y las auténticas primeras caps usadas en los días primigenios del deporte.

La decoración y las exquisitas vidrieras de la capilla mayor de Butterfield son espectaculares. Es imposible no empaparse de la atmósfera del Old Big School, una institución con más de 200 años de vida, a la vista de las marcas grabadas por los alumnos en los revestimientos de madera. También la torre de los castigos compone un hermoso rincón, como el delicioso y arqueado Old Quad.

Rugby School mezcla las inevitables y legendarias referencias al nacimiento de nuestro deporte con reminiscencias de cómo era la vida académica en la Inglaterra del siglo XVIII: los sombreros de copa, los pupitres de madera grabados por los alumnos, el taburete para los azotes… y la vara

Para los más atrevidos, merece la pena hacer el esfuerzo de ascender la empinada escalinata de piedra que sube al Upper Bench, y disfrutar de su biblioteca abalconada, atestada de viejos libros y de tapas de pupitres llenas de grabados, que cubren las paredes.

Hay visitas guiadas todos los sábados o en días concretos siempre que se arregle por adelantado. También se admiten grupos contratados con anticipación, e incluso se pueden hacer visitas a medida para grupos específicos.

No hay que olvidarse, por último, de la tienda del Rugby School, donde el visitante puede adquirir una amplia gama de libros, tarjetas postales, memorabilia del colegio (bolígrafos, tazas, corbatas…) y, por supuesto, pelotas de rugby.

Colour photograph of William Webb Ellis statue

Y desde Rugby School y The Close, a sólo unos 100 metros, encontramos la siguiente parada de nuestro recorrido: la estatua de William Webb Ellis.

Esta elegante escultura del inventor del juego se encuentra a la sombra de los edificios del colegio. Se erigió gracias a una colecta universal y en verdad compone un monumento a la altura del que es el hijo más famoso de la ciudad de Rugby. Es el momento de la foto… o del inevitable selfie.

Cruzando la calle desde la estatua de Ellis, encontramos la siguiente parada: el Webb Ellis Rugby Football Museum (antiguamente llamado Gilberts). El museo está situado frente al Rugby School, precisamente en el edificio original en el que William y James Gilbert, artesanos del calzado, fabricaron las primeras pelotas de rugby en 1842. Así que el museo siempre ha permanecido asociado al deporte del rugby en todo el mundo. Y el acceso es gratuito.

La colección expuesta en este espacio se divide en cuatro áreas temáticas: los orígenes, los jugadores, el juego y la pelota. El visitante descubre aquí cómo se ha evolucionado la manufactura de los balones ovalados desde que, en su origen, se fabricaban a partir de una vejiga de cerdo; hasta llegar a los balones modernos, confeccionados con avanzadas técnicas de producción, y que abastecen a clubes y naciones de todo el mundo.

Colour photograph of the front of the Webb Ellis Rugby Football Museum

El museo también acoge una amplia colección de objetos y recuerdos relacionados con el rugby, entre los que se incluyen un amplísimo catálogo de fotografías, programas de partidos, corbatas y utensilios de todo tipo y de todas las partes del mundo. Además de una considerable colección de memorabilia asociada a los Barbarians.

Desde el Webb Ellis Museum, otro pequeño paseo nos llevará hasta el World Rugby Hall of Fame.

Este vanguardista museo abrió sus puertas en noviembre de 2016 y constituye una celebración de todas las personas y los momentos que han inspirado y ayudado a desarrollar el rugby; desde sus modestos orígenes, localizados a la vuelta de la esquina en el Rugby School, hasta llegar a convertirse en el deporte global que hoy conocemos.

Dotado con la última tecnología en pantallas táctiles de alta definición, aquí se puede tocar a los grandes jugadores, las personalidades y los pioneros del deporte, que han sido elegidos para conformar el  Salón de la Fama de World Rugby. Cada uno de ellos es presentado a través de una experiencia física, totalmente interactiva e inmersiva, accesible además en múltiples idiomas.

Aquí se puede encontrar información sobre las 121 uniones que conforman World Rugby; entender mejor las transformaciones que ha experimentado el juego; y descubrir los momentos que dieron lugar a la evolución hasta el profesionalismo, la inclusión en los Juegos Olímpicos y los valores que han conformado el rugby desde la élite profesional hasta el deporte de base más modesto.

Colour photo of the front of the World Rugby Hall of Fame building

El World Rugby Hall of Fame también exhibe una colección de fascinantes objetos asociados a nuestro deporte, muchos de ellos donados por federaciones de todo el mundo; y por supuesto, por muchas de las propias estrellas del rugby.

Merece la pena visitarlo en grupo, porque con más de 10 personas hay un 20% de descuento en el precio de la entrada.

Y para redondear este paseo por Rugby y todo lo relacionado con el rugby, acabaremos dirigiéndonos al lugar que es oficialmente conocido como El pub del rugby.

The Merchants Inn, en Little Church Street, fue votado Pub de rugby del año en los Melrose Sevens en 2018 y 2019. Es decir, dos años consecutivos ganando la consideración de mejor pub de toda Gran Bretaña para ver partidos de rugby.

Una vez más, sólo cinco minutos a pie lo separan de la anterior parada… y merece la pena recorrerlos. Aquí se puede degustar cerveza más que decente (sobre todo si uno es aficionado a la real ale), y una amplia oferta de comida todos los días de la semana.

Los locales están prestos a asegurar que no hay mejor lugar que esta taberna para tomar una pinta y ver rugby en directo. Así que si te encuentras en la ciudad, sobre todo durante las semanas en que se celebra el 6 Naciones, ya sabes dónde tienes que ir.

Ahí quedan. Cinco magníficos lugares que visitar… y todos relacionados con el rugby. Y, como habrá podido observar el lector, todos muy próximos y a distancias que se cubren fácilmente a pie.

Si se desea ampliar información sobre la ciudad y las posibilidades que ofrece, lo mejor es consultar la web The Rugby Town website.

Colour photograph of the Merchants Inn pub sign

Más detalles sobre los lugares mencionados:

Sobre el autor – Nacido y criado en Rugby, Karl Quinney es escritor de viajes ‘freelance’ y redactor corporativo. Tras haber visitado muchas de las principales naciones del mundo del rugby a lo largo de los años, ahora reside junto a su familia en la que es su ciudad, a apenas unos pasos del lugar en el que nació el deporte oval. Puedes visitar sus páginas webs en los siguientes enlaces:

www.karlquinney.co.uk y www.thelandlockedtraveller.wordpress.com

Karl Quinney es colaborador de From The Vaults, el blog del World Rugby Museum , donde publicó originalmente este artículo: A walking tour of Rugby Town with Karl Quinney.

Puedes seguirlo en Twitter en el siguiente perfil: @KarlQuinney

[Foto de cabecera: STEPHEN POND].