Desde su lanzamiento el pasado mes de enero, la versión web de ha reunido 200 entradas –entre historias y podcasts- alrededor del deporte oval, al que hemos tratado de mirar desde todos los puntos de vista: relatos que han nacido de la actualidad y que han querido ir más allá de la actualidad; análisis que aspiran a desvelar las claves de un juego en constante progreso táctico y competitivo; también la controversia, la incertidumbre y las perversiones que asoman en un deporte al que el profesionalismo le está cambiando la cara, y los usos, de manera permanente; y, por supuesto, los personajes y las historias -de cualquier tiempo, lugar y tamaño- que constituyen la naturaleza esencial de esta publicación, tanto en su versión impresa como en la digital. Nombres y episodios que han conformado la memoria colectiva del juego o que anticipan su porvenir, y que nos recuerdan que el rugby posee una dimensión mucho mayor que la percepción o la experiencia que cada uno de nosotros tenemos de este formidable deporte.

Este repaso que cierra el año sirve como síntesis, pero también propone un recordatorio de algunos hitos que han marcado el 2018 en el rugby nacional e internacional; temas que han sido o nos han parecido principales… y cómo hemos intentado contarlos. Cada uno de los epígrafes que componen el recorrido mes a mes viene punteado por un catálogo de enlaces a las historias que encarnaron en H. La mayoría comparten el criterio cronológico. Otras se cuelan de forma transversal para apuntalar aristas añadidas o puntos de coincidencia. Es apenas una selección, rica en contenidos pero menor en cantidad: quedan muchas fuera, pero la buena noticia es que todas están en esta web y es fácil rastrearlas usando las categorías temáticas que ordenan nuestros contenidos. Hay muchas y vendrán más. Porque, como solemos decir por aquí, «el rugby no se acaba nunca».

 

Enero – Francia y el teatro del absurdo

Hace poco más de un año, un amigo de residente en Francia nos propuso entrevistar a Guy Novès, entonces todavía seleccionador. Un personaje mayor del rugby del Hexágono, al que podríamos tener acceso por uno de esos vericuetos inesperados que a veces en el periodismo te abren puertas que nunca pensaste trasponer. Encajaba perfectamente con la postura ambiciosa de H, donde siempre hemos aspirado -y logrado- entrevistar a actores principales del rugby mundial: Agustín Pichot, Martín Castrogiovanni, Joel Stransky, Hugo Porta, Nigel Owens… Mientras tramábamos el asalto al entrenador más exitoso de la historia del rugby de clubes, la FFR lo destituyó. Y le entregó la selección bleu a… Jacques Brunel, un antónimo bastante acabado de Novès, en muchos sentidos. Un teatro del absurdo que nos cambió el paso. Un día entrevistaremos a Novès… sin duda. Mientras, contamos el estado de confusión del rugby francés y hablamos con su capitán, Guilhem Guirado.

 Febrero – Un ‘drop’ de leyenda

Si una condición ha definido seguramente la carrera de Jonathan Sexton ha sido la de haber asumido el protagonismo principal en momentos muy decisivos para sus equipos y ejecutar las acciones diferenciales en situaciones de máxima presión. Irlanda, la Irlanda mayúscula de hoy, late a su ritmo, apoyada en la maquinaria gigantesca de sus delanteros y en la correa de transmisión de Conor Murray. Todas esas virtudes las resumió la jugada de más de 40 fases y el drop decisivo que Sexton anotó en París para derrotar a Francia, in extremis, en la primera jornada del 6 Naciones 2018. Uno se pregunta qué habría pasado si aquel botepronto extático no pasa entre los palos. Por supuesto, Irlanda no habría ganado el Grand Slam. Y tal vez el año entero del Trébol habría sido otra cosa. O tal vez no. Sexton negó cualquier hipótesis metiéndola dentro.

Marzo – Vuelve el rugby que se lee

En marzo llegó el número 2 de H, con un estudio del 6 Naciones como fenómeno no sólo deportivo, sino también sociológico y hasta con implicaciones de carácter político. Esta segunda entrega de nuestra edición impresa anual insistía en la filosofía de la publicación como reflejo de todas las formas deportivas y culturales que han conformado el rugby a lo largo de su historia. Y que siguen haciéndolo. Mientras Irlanda confirmaba el que quizás pase a ser el Grand Slam más célebre de su historia, nuestra revista recorría en más de 150 páginas (aquí a la venta) los mitos y leyendas del torneo más famoso, pero también la historia de las mujeres que cambiaron Uganda a base de rugby; la leyenda de Mandela y el arco iris sudafricano, de la mano de Joel Stransky; la celebridad, el ingenio, el drama íntimo y la lucha de Nigel Owens, el árbitro más famoso del mundo; el intento de renacimiento de Escocia con Gregor Townsend; o el modo en que el rugby australiano trata de reparar el agravio político y social al pueblo aborigen… El rugby y su historia. Historias del rugby. Rugby para leer.

 

Abril – El fin de la inocencia

El expolio ocurrió el 18 de marzo. El partido en el que España debía confirmar su clasificación para la RWC2019 en Japón abrió una herida irreparable en el rugby español y un abismo tremendo en la credibilidad del deporte y sus estructuras a nivel mundial. España se quedó sin acudir a la que iba a ser su segunda Copa del Mundo. Y de paso perdió todas las promesas de desarrollo adheridas a ese acontecimiento. Pero lo ocurrido tuvo consecuencias mucho mayores: puso en entredicho al deporte mismo, a nivel planetario. La explosión debió levantar por los aires a Rugby Europe, responsable directo de lo sucedido en el Pequeño Heysel; y la onda expansiva obligaba a actuar a World Rugby, comprometida por responsabilidad y por elevación. Apenas un mes más tarde, el 17 de abril, se conocieron las consecuencias disciplinarias para los jugadores españoles: 43 semanas de suspensión a Sébastien Rouet, 36 a su hermano Guillaume y 14 a Pierre Barthere, Lucas Guillaume y Mathieu Belie. Al final, un castigo esperado pero insuficiente porque sólo enfrentaba los sucesos del final del choque, que en el fondo no eran sino la parte más epidérmica de todo lo ocurrido. Nada de aquello pasó desapercibido en el mundo del rugby, que asistió atónito a la expansión de la metástasis Iordachescu: del escándalo de la designación y el arbitraje, sumado a las rabiosa exhibición del trauma de los Leones, se pasó a la investigación sobre la elegibilidad, la exposición de la confusión de las normativas, las descalificaciones de equipos y la clasificación de Rusia… En Bruselas España perdió un partido… pero el rugby se dejó la inocencia.

 

Mayo – La Catedral del rugby

San Mamés celebró entre el 12 y el 13 de mayo las finales europeas de rugby: una ocasión monumental que Bilbao hizo suya con una estupenda organización y masiva presencia de aficionados, atraídos a un escenario de verdad imponente. Ganó Leinster Racing 92 la final de la Champions Cup, tercer jalón victorioso del rugby irlandés (después del título del 6 Naciones y el Grand Slam) en el que iba a ser su gran año. La final rompió en un partido muy justo de marcador y de juego. Y los franceses tuvieron una última ocasión en los pies de su apertura, Rémi Talès, que no pudo precisar el drop con el que pretendió negar el triunfo irlandés. Ahí fue cuando más echó de menos Racing 92 a su gran estrella, el neozelandés Dan Carter, baja de última hora en el que iba a ser su último gran partido en busca de un título en su periplo europeo, antes de marcharse a Japón para jugar la última parte de su inmensa carrera. Otro apertura kiwi, Gareth Anscombe, había sido menos de 24 horas antes el catalizador de la victoria de Cardiff Blues en la final de la Challenge Cup frente a Gloucester, en un vibrante partido que constituyó, desde el punto de vista estricto del juego, lo más divertido de un fantástico fin de semana en Bilbao.

 

Junio – Castres y los niños que bebían champán

El reverso victorioso de la moneda francesa lo protagonizaron los chicos sub20, que se proclamaron en junio campeones del mundo de la categoría ante su propio público y frente a Inglaterra, siempre uno de los favoritos en el Mundial junior. Una explosión que tuvo como gran protagonista a Jordan Joseph, el 8 de los bleuets, jugador hoy de Racing 92. El triunfo de las promesas contrasta de manera violenta con el rumbo desnortado de la selección mayor. Las dificultades para que los chicos que protagonizaron la hazaña encuentren su lugar en la élite resume algunas de las tensiones habituales en el denostado modelo que rige en el Top14. Por si eso fuera poco, el 3 de junio Castres derribó en la final de la liga a Montpellier, uno de los epítomes de la política de fichajes por acumulación inflacionista. Frente al imperio del rugby faraónico, Capo Ortega, Rory Kockott y, sobre todo, el apertura argentino Benjamín Urdapilleta lideraron al equipo de Christophe Urios hasta convertirlo en campeón de Francia con un modelo opuesto al gigantismo dominante.

 

Julio – Cruzados mágicos

La conclusión del Super Rugby coronó por segundo año consecutivo a los Crusaders de Scott Robertson, personaje singular y entrenador de amplio espectro, cuya toma del mando en la provincia más exitosa del rugby neozelandés ha logrado culminar el progreso apuntado las últimas temporadas y devolver al equipo a una tradición de victoria que llevaba años sin ser observada. La final volvió a enfrentar a los cruzados con los Lions, el equipo que le ha cambiado el paso al rugby sudafricano y que, sin embargo, aún no ha podido subrayar su innegable éxito con un triunfo que lo haga indiscutible. Esta edición sirvió, además, para ver resurgir de manera sonora a los Jaguares bajo la dirección de Mario Ledesma, el hombre que ha reconducido el rugby argentino y cuyo siguiente reto será convertir de verdad a los Pumas en alternativa a los más poderosos en la RWC2019.

 

Agosto – Los días del extraterrestre

El 25 de agosto de 2018, Beauden Barrett le metió cuatro ensayos a Australia (los All Blacks vencieron 40-12 en una de sus rutilantes exhibiciones) y vio desautorizado un quinto por el TMO. Eran las primeras semanas del Rugby Championship y el circo de las maravillas neozelandesas marchaba a todo trapo. A esas alturas, nadie se oponía a la posibilidad de que Barrett ganara a final de año su tercer nombramiento consecutivo como Jugador del Año… E incluso en Nueva Zelanda se llegó a escribir que el equipo de Steve Hansen debería recoger ya, con más de un año de adelanto, su cuarto título de campeón del mundo. Como sabemos, el deporte conjuga mal con las afirmaciones absolutas. La historia acabó de forma bien diferente, para Barrett y para los propios All Blacks. Y Japón (tanto para los campeones como para los aspirantes) sigue estando muy lejos. Eso sí: ver jugar a Beauden Barrett aún constituye una de las posibilidades más asombrosas que nos haya deparado el rugby a lo largo de su historia.

 

Septiembre – Muerte a los dioses

El fin del verano siempre es triste… y  los fastos de agosto vivieron su reverso tenebroso conforme avanzaba el otoño. El 15 de septiembre, los All Blacks cayeron de manera sorprendente ante Sudáfrica en Wellington (34-36) y los juicios sumarios giraron 180 grados. No hacía ni un mes de los últimos panegíricos glorificadores del equipo de Steve Hansen. Y de pronto Rassie Erasmus  (que se estaba jugando el puesto sólo unos días antes del partido, según parecía) había convertido a los Springboks en candidatos repentinos a ganar la Copa del Mundo. El Hemisferio Norte -siempre atento a la reafirmación de su incontestado dominio moral- liberó un grito de júbilo y el imperio proclamó que los All Blacks habían entrado -otra vez- en una de sus insondables crisis (modo irónico). El episodio, que viene a ser cíclico cuando se trata del equipo neozelandés, refleja hasta qué punto los análisis puntuales se toman como conclusiones absolutas en el rugby de hoy, lo que desatiende multitud de factores y, por lo general, lleva a profecías de gelatina. Cada vez se habla más de todo lo accesorio, de todo lo que rodea al juego… y menos del cogollo del juego. Quien no salió de su aguda incertidumbre fueron los Wallabies y su entrenador, Michael Cheika. Si su futuro ya estaba en entredicho durante las semanas precedentes, la histórica victoria de Argentina en Gold Coast (19-23) subrayó la crecida de los Pumas y la indetenible barrena australiana.

Octubre – La cara oscura del juego

El partido de homenaje a Rob Horne, jugador australiano de Northampton Saints obligado a retirarse por una grave lesión de cuello, subrayó el año dramático y de jubilaciones forzosas que ha vivido el rugby. Muchas tuvieron que ver con la mera naturaleza y el paso de los años (sale un fascinante XV de jugadores despedidos esta temporada), pero también hubo algunos casos trágicos y otros muy sonoros, con epitafios prematuros que reflejan la dureza, a veces implacable, del rugby que se juega hoy. Warburton, el tótem de la última década galesa y acaso de los British&Irish Lions, entre ellos. Las conmociones cerebrales se han convertido en la lesión más frecuente y en la más preocupante. Las reglas tratan de prevenir sus difusas consecuencias a largo plazo, pero la impresión es que el deporte y sus rectores se enfrentan a un enemigo intangible contra el que no hay forma de protegerse del todo. Salvo que el rugby se convierta en algo totalmente distinto a lo que indica su naturaleza. Y, por encima de todo eso, las normativas cambiantes, los desorientados criterios arbitrales y un asunto capital: la seguridad de los jugadores. La muerte de dos jóvenes rugbiers en Francia en sendos partidos han acabado por envenenar un debate muy serio al que el rugby, por más legitimidad que lo asista en la defensa de sus esencias, no puede darle la espalda.

 

Noviembre – Los Leones crían en otoño

La mejor noticia de noviembre fue que el trauma de Bruselas pareció, a pesar de las ya insolubles consecuencias, superado por los Leones de Santiago Santos. La nueva hornada ya mira al futuro, una transición obligatoria que el técnico ha encarnado en algunos jugadores como Alvar Gimeno Joshua Peters, y al que siguen contribuyendo otros clásicos que conformaron la base de los esperanzadores tests frente a Namibia Samoa. Francia 2023 aún queda muy lejos, pero el ciclo ya ha comenzado para los españoles. No fue la única buena noticia en territorio local en este otoño. Después de que en mayo Bilbao se erigiera en escenario del mejor rugby internacional, Anoeta recuperó en la ventana otoñal su condición de estadio de élite con el choque entre Samoa Estados Unidos. Un recinto que está mudando su piel y al que el rugby siempre regresa con placer.

 

Diciembre – Un Trébol de cuatro hojas

Grand Slam, victoria sobre los All Blacks, Mejor Jugador Mejor Equipo del año. No hay modo de deslindar 2018 de la explosión multiplicada de los irlandeses. Su camiseta ha lucido un trébol de cuatro hojas… y se podrían añadir más: el título del Pro14 y la Champions Cup de Leinster, la provincia que lidera este periodo de dominio de los verdes en el rugby europeo. Irlanda cierra 12 meses en los que ha escalado hasta la cumbre del rugby mundial, de forma indiscutible. Pero esa ascensión supone nada más que la antesala del verdadero desafío de Joe Schmidt, Sexton y el clan de los irlandeses. Su insurgencia frente al prolongado dominio de los All Blacks significa -sin perjuicio de otros candidatos que puedan legítimamente aspirar a lo mismo- el mejor augurio posible para la gran cita del año próximo en Japón. Entonces se verá si estas victorias de entreguerras se ven confirmadas cuando llegue el día de los cañonazos en la gran conflagración oval.