
Por desgracia, la edición 2019 del Rugby Championship ya ha cumplido un tercio de su totalidad… El breve verano oval se acabó el pasado sábado, con la victoria del segundo equipo de los Springboks sobre unos Wallabies desconectados, mientras unas horas más tarde los Pumas cedían por muy poco frente a los All Blacks (16-20), que también presentaron en Buenos Aires un quince muy renovado.
Pero no hay que lamentarse: todavía quedan un par de fines de semana de torneo… y el triunfo de Sudáfrica ha generado la ya habitual y notoria vibración anticipatoria, antes de que los chicos de Erasmus visiten Nueva Zelanda en la segunda jornada del Rugby Championship.
Para empezar, hablemos del primero y mejor partido de los dos que se jugaron este pasado sábado: la rotunda victoria del equipo de Rassie Erasmus sobre una Australia en cuyo quince Michael Cheika había reunido a muchas más primeras opciones que su rival.
Tras una primera jornada en la que solo los Pumas pusieron a sus primeras opciones en el quince inicial, la visita de los Springboks a Nueva Zelanda y el choque entre Argentina y Australia en Brisbane dará una medida más aproximada de dónde está cada equipo en este momento
Como ya hemos analizado antes, Sudáfrica y Australia han recorrido trayectorias similares desde la última Copa del Mundo de 2015 hasta llegar a la antesala de la próxima, en Japón. Ambos han descendido hasta sus posiciones más bajas de la historia en los rankings de World Rugby… para después experimentar cierta mejoría en los últimos tiempos, tanto en lo que se refiere a sus franquicias profesionales como en la selección.
Sin embargo, hoy por hoy Sudáfrica parece estar un buen paso por delante de Australia. Una impresión ratificada por el partido del sábado pasado. Siempre hemos sabido de la capacidad de los Boks para imponer la potencia, dureza y aspereza de su paquete de delanteros, pero en su victoria por 35-17 contra los Wallabies fue notable el equilibrio en el rendimiento que mostró el equipo de Rassie Erasmus en todos sus jugadores, titulares y suplentes.
Pero lo más destacable fue que el relativamente desconocido medio de melé de los Stormers, Herschel Jantjies, ha presentado de forma sonora su candidatura a disputarle el puesto de suplente de Faf de Klerk al que ha sido una de las sensaciones de la temporada pasada en la Premiership con Northampton Sains, Cobus Reinach. Jantjies tiene un estilo de juego similar al de De Klerk: vertiginoso y audaz. Un patrón por el que, aun con matices, también se mueve Reinach. En cualquier caso, lo que está claro es que Erasmus tiene ahora tres opciones de primera línea para el número nueve: jugadores de molde similar, ritmo altísimo y capaces de tener más impacto del que anuncia su tamaño.
Además, el rendimiento de Sibusiso Nkosi en el ala diestro, de Andre Esterhuizen como primer centro y de François Louw en el 8 reafirmó su calidad para optar a un puesto en el quince inicial. Y desde el banquillo aparecieron después tres jugadores regresados de Europa: el tercera Marcell Coetzee, el ya mencionado Reinach y Frans Steyn, quienes se han ganado ya su sitio en el avión a la Copa del Mundo.
Ya habíamos comprobado este año pasado de qué forma Erasmus ha reanimado a los Springboks, pero la coherencia con la que el equipo sudafricano está jugando ahora mismo, en todas las líneas, es el activo más importante de todos los que mostraron en su victoria del sábado. La segunda jornada los llevará a Nueva Zelanda, donde veremos a un equipo bokke con muchos más titulares: ese partido permitirá medir exactamente en qué punto se encuentran ahora mismo los sudafricanos en su camino hacia la Copa del Mundo.
Australia
Aunque Cheika usó a jugadores que han brillado en el Super Rugby como Isi Naisarani, Folau Fainga’a y Tom Banks; o habiendo recuperado desde Inglaterra a Nic White… la verdad es que al técnico australiano la mezcla le salió mucho más aguada que a Erasmus. White, el medio de melé, ha sido el mejor valorado por su control del partido y por demostrar que puede ser una amenaza para las defensas contrarias con su mejorada gestión del juego… Pero al final lo único que saca en claro de todo eso Australia es que ha encontrado… a un medio de melé suplente.
Lo más preocupante para Cheika fue el contraste con los Springboks. Mientras el equipo sudafricano lograba mezclar bien su plan de juego y la adaptación al contrario, el equipo de Cheika volvió a dejar una impresión de extravío. El ejemplo más claro fue el segundo ensayo de Herschel Jantjies, cuando se coló por el lado cerrado a la salida de un ruck cerca de la línea de banda, para anotar el ensayo con una carrera solitaria de 15 metros.
En esa jugada, uno de los hombres habitualmente más fiables del equipo australiano, el ala Dane Haylett-Petty, decidió entrar a competir en el ruck y dejó abierto el agujero por el que pasó Jantjies. Gracias a esa concesión, Sudáfrica estiró su ventaja de 11 a 18 puntos, lo que anulaba cualquier esperanza razonable de remontada para los Wallabies. Ese momento de confusión de Haylett-Petty sintetiza de manera precisa el estado actual de los australianos. El equipo pone mucho empeño y buena voluntad, pero a menudo no da el nivel necesario.
La aparición de Will Genia, Kurtley Beale y Matt Toomua desde el banquillo subrayó una diferencia que puede servir a Cheika marcar un camino de recuperación en su equipo.
Argentina
Como se preveía, los argentinos fueron los únicos que alinearon a su verdadero equipo titular en el primer fin de semana. En parte porque se enfrentaban a los All Blacks, pero también por su necesidad de mantener la inercia triunfal de los Jaguares en el Super Rugby.
La pregunta era si los Pumas serían capaces, con la adición de un par de jugadores llegados de Europa, de darle continuidad al nivel y el éxito cosechado por los Jaguares. Y por lo que se vio, lo lograron. Las incorporaciones de Figallo en la primera línea y de Nico Sánchez como 10 aseguran un punto de diferencia del equipo nacional con respecto a su versión franquicia.
La próxima visita a Australia, en un momento incierto para los Wallabies, aparece como una buena oportunidad para que el equipo de Mario Ledesma sume un triunfo de prestigio lejos de casa, y le dé más carrete al buen momento argentino. Es verdad que el largo viaje y la diferencia horaria complican el trabajo para los Pumas, pero el equipo argentino está hoy por hoy mucho mejor adaptado a ese factor de lo que solía antes.
Nueva Zelanda
En esta última estación de análisis, la referida a los All Blacks, es más difícil encontrar puntos aprovechables en su actuación. Los neozelandeses estuvieron lejos de su mejor versión en el estadio José Amalfitani, pero ya se ha hecho tradición que los All Blacks ofrezcan una imagen oxidada en sus primeros partidos del año. Para cuando llegue el momento de enfrentarse a los Springboks la semana próxima, Steve Hansen tendrá a su equipo afinado como el motor de un Mustang al ralentí… aguardando a su gran enemigo. De eso estamos seguros.
Lo más destacable a nuestros ojos fueron las dinámicas actuaciones de Ardie Savea como número 8 y de Anton Lienert-Brown en el segundo centro. No hay duda de que el titular en la cola de la melé será Kieran Read, pero el dinamismo de Savea y su eficiencia en el breakdown empujan cada vez más al menor de los hermanos Savea a un papel principal en el equipo. De momento sigue partiendo como tercera suplente, teniendo por delante al propio Read y a Sam Cane en el 7, pero crecen las voces que reclaman una tercera línea formada por los tres.
Los All Blacks estuvieron lejos de su mejor versión y quizás lo único que sacaron en claro fue la constatación de que Ardie Savea reclama cada vez con más argumentos un papel principal, pese a la competencia en la tercera
Mientras, Lienert-Brown ha hecho ya todo de lo que es capaz para convencer a Hansen, o no, de si debe viajar a Japón por delante del que fue su pareja el sábado, Ngani Laumape. Sonny Bill Williams y Ryan Crotty están en camino de recuperación y nadie duda de la presencia de Jack Goodhue, así que Laumape y Lienert-Brown compiten por el otro billete.
En muchos aspectos parece una batalla entre el cerebro y el músculo: la potencia y verticalidad en el juego de Laumape frente a la consistencia inteligente de Lienert-Brown, probablemente el centro mejor dotado técnicamente de todos de los que dispone Hansen. El técnico All Black se enfrenta a un dolor de cabeza que, en realidad, es la envidia de cualquiera de sus colegas en el banquillo.
El choque entre los Springboks y los All Blacks será, seguramente, el partido de este torneo recortado. Mientras, Australia tratará de salvar su orgullo con una victoria ante Argentina, que llega a Brisbane en un estupendo momento de juego, pese a la última derrota.