6 cosas que hemos aprendido de la tercera jornada del 6 Naciones.

1) Francia dominó el tempo del partido contra Italia y lo hizo en su totalidad: corrió más metros con la pelota, dio más pases, robó más balones, concedió menos penales e hizo más ensayos. Conviene hacer hincapié sobre ello porque el juego del XV del Gallo en Marsella fue el mismo que contra Irlanda y contra Escocia, lo único que cambió fue el desenlace final.

El equipo de Brunel no tiene las ideas claras y encuentra héroes insospechados en los momentos más necesarios, ante la ausencia de Teddy Thomas fue Mathieu Bastareaud el que acudió al rescate. El centro de Toulon tiene muchos defectos en su juego pero también algunas virtudes poco conocidas: el pase tras contacto que ha desarrollado por convivencia con Ma’a Nonu fue determinante en la jugada que termina con el ensayo de Bonneval, la marca del propio 13 fue bastante más acorde con los tópicos habituales.

Un detalle relevante: el público del Vélodrome de Marsella no dudó en silbar la racanería de su equipo a la hora de patear a palos algunos penales que un equipo más atrevido hubiese lanzado a la línea lateral.

2) Italia acumula 15 derrotas consecutivas en el 6 Naciones, su última victoria fue contra Escocia en Murrayfield el 28 de febrero de 2015 (19-22). No hay demasiadas conclusiones favorables, Italia fue peor que Francia en todas las facetas del juego y -contra este XV del Gallo- ese es un resumen muy preocupante.

El trabajo defensivo de Tommaso Castello en la zona de influencia de Mathieu Bastareaud y el paso al frente de Maxime Mbanda en la 3ª línea son dos apuntes positivos para cuando Conor O’Shea se vea en la tesitura de buscar líderes para el equipo ante la retiradas de Parisse, Zanni y Ghiraldini.

Italia sumó dos nuevos ensayos en su cuenta y mantiene las prestaciones que ya citamos en las dos primeras jornadas. No es consuelo ni argumento suficiente pero… Es lo que hay.

3) Irlanda es un equipo con mayúsculas y eso les permite solventar algunos partidos que de otra forma terminarían en derrota. 69% de posesión y 75 % de ocupación territorial para el equipo de Joe Schmidt, todas las estadísticas ofensivas fueron favorables al XV del Trébol.

El dominio de Devin Toner en el juego aéreo resultó un fiel reflejo de la superioridad de la delantera local (como bloque) sobre los galeses, Jacob Stockdale (8 ensayos en 7 partidos con el equipo nacional) y Bundee Aki fueron los encargados de aportar el desequilibrio ofensivo que permitió sumar un bonus ofensivo que puede resultar determinante para el desenlace del Torneo.

4) Gales abandonó el «nuevo estilo» de juego por la presencia de Dan Biggar en el puesto de apertura, el 10 dejó sin balones a sus tres cuartos y ahí se redujo -todavía más- la amenaza galesa.

Para conocer el patrón de juego de un equipo es necesario fijar la atención en el 10 y el 15: Dan Biggar y Leigh Halfpenny tienen virtudes y defectos de sobra conocidos a estas alturas.

Las buenas noticias para Warren Gatland tienen como protagonistas a tres actores secundarios: Gareth Davies, Aaron Shingler y Josh Navidi. El 9 cambia el ritmo del partido cada vez que decide evitar que Dan Biggar entre en contacto con la pelota y los flankers (pese a verse superados en defensa por el bloque de la delantera irlandesa) consiguieron una altísima aportación en las dos partes del campo, algo que en Gales no se recordaba desde hace muchísimo tiempo. A veces las derrotas traen buenas noticias.

5) Escocia jugó -por primera vez en este 6 Naciones- como Escocia y el resultado no pudo ser más satisfactorio: la Calcutta Cup se queda en Edimburgo. Los jugadores de Gregor Townsend superaron en intensidad a los ingleses en todas las facetas del juego y eso tiene mucho mérito en la actualidad.

Finn Russell dejó atrás su despiste de las dos primeras jornadas y se convirtió en el referente del ataque (quedando Greig Laidlaw en segundo o tercer plano), Huw Jones interpretó todo lo que su apertura imaginaba y se convirtió en el ejecutor de dos ensayos y colaborador destacado en el tercero.

Nada de esto habría sido posible sin el trabajo en la sala de máquinas del trío formado por Jonny Gray, John Barclay y Hamish Watson. La movilidad de los flankers y la ubicuidad del 5 resultaron determinantes para detener la superioridad manifiesta de la delantera inglesa. El XV del Cardo viajará a Dublín en la 4ª jornada sin nada que perder y muchísimo que ganar tras haber dado la gran sorpresa del 6 Naciones 2018.

6) Inglaterra se ha dejado en Edimburgo el Grand Slam, la Triple Corona, la Calcutta Cup y muchas de sus posibilidades de convertirse en la primera selección en lograr tres victorias consecutivas en el 6 Naciones.
Sólo tres jugadores se han salvado del naufragio inglés:

a) Courtney Lawes, multiplicado en labores defensivas para intentar detener todas las cargas posibles originadas por la velocidad escocesa.

b) Owen Farrell, el jugador de Saracens es el verdadero líder del equipo y el único capaz de dar un paso al frente cuando había que intentar remontar la ventaja escocesa.

c) Joe Launchbury, el de Wasps se ve obligado a realizar su trabajo y el de un superado Maro Itoje. Su aportación abarca todo el campo y ese es un factor diferencial. Su rol se asimila con el del más joven de los Gray en Escocia.

Habrá que ver si la derrota anima a Eddie Jones a cambiar jugadores o mantiene ese discurso en el que los hechos difieren de las palabras. La visita a París de la cuarta jornada nos resolverá las dudas.