
Seis cosas que hemos aprendido en la segunda jornada del 6 Naciones 2018:
1) Irlanda hizo los deberes. Así podríamos resumir el partido del equipo de Joe Schmidt contra Italia, 8 ensayos (todos transformados) para los 56 puntos finales y el bonus ofensivo ante un rival que no lo es.
Las buenas noticias tienen que ver con el debut de Jordan Larmour, la demostración de contundencia de Jacob Stockdale (que en algunos momentos tiene el mismo halo de imparable del George North original) y la consolidación de la pareja Henshaw-Aki a la hora de aportar solidez al equipo tanto en defensa como en ataque.
Las lesiones del propio Henshaw y Tadgh Furlong son un peaje demasiado alto para un partido de «trámite» en el que el XV del Trébol dio muestras de relajación y concedió tres ensayos bastante evitables al equipo de Conor O’Shea.
2) Italia consiguió 3 ensayos contra Irlanda (2 contra Inglaterra en la primera jornada) y esa es la conclusión positiva del partido.
El equipo de Conor O’Shea recibe puntos de todas las formas imaginables pero conserva la actitud necesaria para intentar aprovechar la relajación defensiva de sus rivales cuando el partido está roto, eso es algo que el espectador agradece para rebajar el tedio que supone el monólogo ininterrumpido del equipo que se enfrenta a los transalpinos.
Esta Italia es un equipo joven que busca su identidad dentro del campo y que se ve condicionada por la presencia en el campo de un Sergio Parisse que sigue obcecado en ser el protagonista de cada acción de los suyos, el epílogo de la carrera del capitán se está haciendo demasiado largo y se ha convertido en un lastre para la construcción del proyecto de futuro.
3) Inglaterra gana por lo civil o por lo criminal. El equipo de Eddie Jones llevó el partido contra Gales al terreno que más convenía a sus intereses (el plano físico y la velocidad de crucero) apoyado en la actuación de Owen Farrell como mariscal de campo.
El juego táctico con el pie del centro de Saracens puso al XV de la Rosa en terreno galés y ahí la presión inglesa consiguió minimizar la amenaza de la velocidad y circulación de la pelota del ideario de Scarlets.
Sam Underhill tomo el relevo de Sam Simmonds como «héroe anónimo» inglés a raiz del desorden que supuso la salida del campo del jugador de Exeter y el paso de Chris Robshaw al puesto de octavo.
El trabajo de Jonny May abarca mucho más que los dos ensayos con los que decidió el partido, su desempeño defensivo -con el apoyo de Jonathan Joseph- cerrando las alas galesas fue digno de mención.
4) Gales arrancó el partido asfixiado por la presión inglesa y eso dificultó mucho la puesta en práctica de su nuevo ideario de juego. Rhys Patchell y Scott Williams se vieron superados por la intensidad de los jugadores de Eddie Jones y ahí se perdió gran parte de la fluidez en ataque.
Aclarado esto, el equipo de Warren Gatland estuvo muy cerca de conseguir ganar a Inglaterra y si no lo logró fue por errores puntuales en jugadas que podrían haber terminado en ensayo (con Steff Evans, George North y Scott Williams como protagonistas) y con una marca de Gareth Anscombe que no fue concedida a instancias del TMO.
Más allá de la derrota, el partido permite ver con claridad la implantación del nuevo planteamiento de juego galés y la aparición de un jugador que puede resultar determinante: Gareth Anscombe. El neozelandés aporta fluidez al ataque desde el puesto de zaguero pero especialmente cuando se sitúa como apertura al buscar continuamente la línea de ventaja y generar superioridades en los pases tras contacto. Habrá que ver si tiene continuidad dentro del equipo.
5) Escocia tiene dos problemas fundamentales:
A) Su defensa es un coladero.
B) Finn Russell está completamente distraído.
El XV del Cardo generó juego de ataque alrededor de Huw Jones (recuperando su puesto de segundo centro) y se encomendó a la puntería de Greig Laidlaw en los pateos a palos para convertir en puntos todos los regalos que la defensa francesa hizo a lo largo del partido. Jonny Gray y Grant Gilchrist se multiplicaron en los dos lados del campo para intentar suplir las carencias de una tercera línea que sigue siendo el eslabón más débil del equipo.
Gregor Townsend optó por un modelo de juego menos vistoso pero más práctico a partir de la experiencia de la primera jornada y los caledonios sumaron una victoria que sirve para despejar algunas dudas respecto a su rendimiento.
Un dato revelador: el seleccionador escocés sólo utilizó a 4 jugadores de los que tenía en el banquillo.
6) Francia volvió a perder un partido que tenía ganado y lo hizo por culpa de su indisciplina defensiva, conceder 6 golpes a palos dentro de tu propio campo en el segundo tiempo es un hándicap demasiado difícil de superar en un equipo que sigue buscando una estabilidad muy difícil de encontrar.
El XV del Gallo lleva dos partidos encomendándose a la inspiración de ese verso libre que es Teddy Thomas, el ala de Racing acumula 8 ensayos en 10 partidos con el equipo nacional y 3 de ellos durante este 6 Naciones. El primero de su cuenta contra Escocia guarda muchas similitudes con el que consiguió frente a Irlanda.
En el otro lado de la balanza: Virimi Vakatawa, Lionel Beauxis, Marco Tauleigne. En el orden que quieran: lentos y fuera de forma el ala y el apertura. Su toma de decisiones y su lenguaje corporal los definían a la perfección.
La desaparición del 8 de Bordeaux fue todavía más escandalosa, se supo que estaba en el campo cuando entró Louis Picamoles en su lugar. Un dato para ilustar: 0 placajes en sus 57 minutos sobre el campo.
Los resultados de la segunda jornada nos dejan un horizonte muy interesante de cara a la tercera fecha: Francia vs Italia, Irlanda vs Gales y Escocia vs Inglaterra. Habrá duelo de deprimidos y dos enfrentamientos por todo lo alto. A nadie le sobra nada hasta ahora.