Las dos últimas jornadas de la fase de grupos de la Champions Cup, el arranque del 6 Naciones y el comienzo de la temporada de Super Rugby en poco más de un mes… Podríamos definir al 2019 como un año rugbístico contrarreloj, tienen que pasar muchas cosas -quizás demasiadas- en apenas 10 meses: 6 Naciones, 6 Naciones U20, Gallagher Premiership, Guinness Pro 14, Top 14, Mundial U20, Super Rugby, Rugby Championship…

Todo eso tiene que suceder antes de que llegue el tan ansiado Mundial -sobre el que tanto se ha especulado en los últimos tres años- que parará el tiempo en el deporte oval.

El 6 Naciones arrancará 12 días después de la última jornada de la fase de grupos de una Champions Cup que tiene a un sólo equipo clasificado para los 1/4s de final después de disputadas 5 de las 6 fechas iniciales. La igualdad de la que tanto hemos hablado en las ligas europeas (Premier y Top 14) se ha trasladado al ámbito de la competición europea de clubes y no es una buena noticia para las selecciones nacionales.

Leinster, Munster y Ulster se juegan la clasificación para la eliminatoria de 1/4s y sus posibilidades de disputarla como local en el último partido.

Edinburgh y Glasgow Warriors tienen la posibilidad de alcanzar por primera vez juntos un puesto entre los 8 mejores clubes de Europa.

Saracens no tiene asegurado el primer puesto en su grupo y Exeter tiene que ganar obligatoriamente a Munster en Thomond Park para acceder a los duelos a un solo partido.

La igualdad de la que tanto hemos hablado en la Premiership y el Top14 se ha trasladado a la competición europea… y eso no es una buena noticia para sus selecciones

Toulouse y Montpellier también tienen que jugarse el todo por el todo en sus últimos encuentros…

Si bajamos un escalón y miramos a la Challenge Cup nos encontraremos a Northampton, Harlequins, La Rochelle, Bristol, Benetton, Zebre, Sale Sharks, Connacht y Ospreys jugándose continuar en la competición.

Es en ese contexto en el que se han hecho públicas las convocatorias de las selecciones de cara al 6 Naciones. No deja de ser irónico que Gales sea la selección menos involucrada en esta igualdad clasificatoria debido a la mala temporada de sus provincias en las competiciones europeas de clubes.

No entraremos en detalles (a estas alturas no tendrían que ser necesarios) respecto a las convocatorias de los seleccionadores, las listas de 31 a 39 componentes, según los casos, conjugan a los más experimentados con aquellos jugadores jóvenes/nuevos que son necesarios en ese contexto de preparación para el Mundial en una temporada tan exigente como la que estamos disfrutando.

Cualquier lesión de gravedad media -3 meses de baja- a estas alturas de año se convierte en un hándicap importante a la hora de mantener una plaza en la lista para la cita de Japón. Lesionarse para 3 meses a finales de enero implica comenzar a entrenar en mayo y alcanzar a disputar -como mucho- el final de la temporada europea de clubes.

Cualquier lesión de gravedad, a estas alturas de año, se convierte en un problema muy serio para los jugadores a la hora de mantener una plaza en la lista para Japón

Hay dos escenarios completamente diferenciados en el rugby europeo:

1) Francia-Inglaterra.

2) Irlanda-Gales-Escocia-Italia.

Para no extendernos demasiado, los intereses de clubes y federación/selección son contrarios en el primer caso. Clubes/provincias van de la mano de la federación/selección en el segundo caso.

Esta diferencia afecta especialmente a la gestión/explotación de los esfuerzos de los jugadores por parte de los clubes y selección en los casos de los XV del Gallo y de la Rosa. En el extremo contrario podemos ver al XV del Trébol (tal y como se explicó con anterioridad en esta misma página).

Pongamos un ejemplo ilustrativo:

Taulupe Faletau (internacional galés) estuvo de baja por lesión -fractura de antebrazo- desde octubre de 2018 hasta enero de 2019, en el partido de Bath contra Wasps (penúltima jornada de la fase de grupos de la Champions Cup) volvió a sufrir una fractura de antebrazo. Tanto el club como la selección nacional salen perjudicados en el aspecto deportivo pero el club es el que paga el sueldo del jugador.

El antebrazo de Taulupe Faletau convertido en protagonista.

¿Y el 6 Naciones?

Muchos frentes abiertos:

1) Irlanda tiene que gestionar y responder al nivel de exigencia real (también al imaginario) procedente de su exitoso 2018. El equipo de Joe Schmidt parte como favorito para el torneo europeo y tiene la obligación de superar los 1/4s de final de la cita de Japón. Arrancar el 6 Naciones contra Inglaterra en Dublín tiene una profunda carga psicológica y emocional.

2) Gales parte en ese rol de «underdog» que tanto gusta a Warren Gatland, su 2018 estuvo sólo un peldaño por debajo del irlandés y cuentan con la ventaja de no tener a sus jugadores distraídos con las competiciones de clubes ni en Europa ni en la liga. No tienen la «obligación» de ganar nada y eso les convierte en un rival temible para todos los equipos que tienen urgencias/obligaciones.

3) Escocia está ante el momento que lleva 20 años esperando, tener un equipo solvente para conseguir lo que nunca ha logrado: 4 victorias en una edición del 6 Naciones. El excelente momento de sus clubes permite a Gregor Townsend superar las complicaciones innerentes al escaso número de jugadores de nivel con los que se ve lastrado con frecuencia el XV del Cardo.

Irlanda tiene que responder a las expectativas que ha generado su 2018: parte como favorito en el 6N y debe rebasar su techo de cuartos en la RWC

4) Francia está en el centro de un laberinto de indecisión, Jacques Brunel ha hecho una apuesta sorprendente (ya descubriremos si se trata de un farol) y ha convocado al mayor grupo de jóvenes talentosos que ha visto el XV del Gallo desde tiempos prácticamente inmemoriales: si los pone y pierden, los habrá quemado de cara al futuro. Si no los pone le acusarán de no haber apostado por ellos… El laberinto.

5) Inglaterra ha pasado por todos los momentos imaginables en el período 2016-2019, todas las certezas iniciales del periplo de Mr Jones en el banquillo terminaron convertidas en profundísimas dudas existenciales. Inglaterra está obligada a realizar un buen 6 Naciones para recuperar el discurso triunfalista de cara al Mundial. Si gana a Irlanda en Dublín nos divertiremos mucho con las conclusiones al respecto.

6) Italia intentará contagiarse del excelente estado de ánimo procedente de Treviso, Benetton es tercero de la Conferencia B del Pro 14 (empatado con el segundo) y tiene posibilidades de clasificarse para los 1/4s de final de la Challenge Cup. No parece que sea extrapolable al 6 Naciones pero… Sin nada ya estaban y dicen que la ilusión es lo último que se pierde.

El 6 Naciones 2019 presenta una paradoja de Schrödinger rugbística: es más relevante que el de cualquier año «normal» y es menos relevante que el de cualquier año «normal».

El objetivo real de todas las selecciones: tratar de no sufrir bajas importantes.